A 6 meses de la celebración de Intercarn, el salón cárnico más importante de España y uno de los más relevantes de Europa, analizamos los grandes retos del sector. Y lo hacemos entrevistando a la responsable del área de cárnicos de AECOC, una de las mayores asociaciones empresariales del país y la única reúne a industria, distribución y operadores intermedios.
Vivimos tiempos de incertidumbre (inflación, guerra, etc) que afectan a todos los sectores, también el cárnico. ¿Se ha sabido adaptar a este entorno cambiante?
Estamos en una era de incertidumbre en la que la planificación de las empresas debe revisarse mes a mes. Ante un escenario tan complejo, las compañías agroalimentarias han sabido adaptarse, y el sector cárnico es una muestra de esta capacidad de amoldarse al contexto.
El ejemplo más reciente lo tenemos con el conflicto en Ucrania, que ha sido históricamente un proveedor esencial de grano y materias primas necesarias para la alimentación del ganado. Con el inicio del conflicto, las empresas tuvieron que buscar mercados alternativos desde los que proveerse de la noche a la mañana para mantener la producción y garantizar el suministro a los consumidores.
Este proceso, además, se ha hecho con gran esfuerzo por parte de las empresas. En un contexto de subida de los costes de producción del 45%, el precio de los alimentos ha subido menos de la mitad. Esto ha sido posible gracias al esfuerzo de toda la cadena agroalimentaria, en este caso, del sector cárnico, que durante años ha absorbido las subidas de costes y que en el escenario actual de inflación ha sido un dique de contención para paliar los efectos de las subidas de precios sobre los hogares.
En este contexto, ¿qué tendencias afectan especialmente al sector cárnico?
En el contexto actual, el factor precio es determinante en la decisión de compra de los consumidores. Los últimos datos del Ministerio de Agricultura muestran que el consumo de carne cayó un 12,8% en 2022. Un cifra elevada y muy condicionada por la inflación. Es por eso que las asociaciones insistimos en la necesidad de incluir los productos cárnicos en la rebaja del IVA.
Más allá del precio, hay tendencias en crecimiento, como la preocupación de los consumidores por la sostenibilidad y la salud, a las que el sector cárnico ha sabido responder. La muestra es que, según los datos de AECOC Shopperview, la carne está presente en el 95% de las cestas de la compra.
Viendo estos datos, ¿cree que el consumo de carne se mantendrá?
La realidad es que el volumen de compra ha bajado en el último año, en un contexto muy marcado por la inflación. De hecho, los estudios de Shopperview también indican que, con el incremento de precios, el 45% de los consumidores está optando por comprar menos productos cárnicos.
La lectura positiva de todas estas tendencias de consumo es que, incluso en este entorno marcado por el ahorro, los productos cárnicos siguen siendo imprescindibles en la cesta de la compra de los hogares españolas.
El sector reclama, a menudo, que hay que cambiar la percepción del consumidor respecto al consumo de carne y sus efectos. ¿Hay un problema de reputación? ¿Cómo se combate?
Es evidente que el sector cárnico ha estado sometido a grandes presiones en los últimos años, con acusaciones muchas veces injustas. La realidad es que la legislación española es la más exigente de Europa en temas como el bienestar animal y las empresas llevan años avanzando en la implantación procesos productivos más sostenibles, garantizando el bienestar animal e incrementando los estándares de seguridad alimentaria de sus productos.
El reto que tiene ante sí el sector es ser capaz de comunicar todos estos atributos y la innegable contribución de los productos cárnicos a una dieta equilibrada y saludable.
¿La proteína alternativa es amenaza u oportunidad para el sector?
Las proteínas alternativas han surgido como una opción más para los consumidores que comparten espacio con la carne. La mejor demostración de que el sector no las percibe como una amenaza es que muchas empresas han lanzado su propia gama de productos basados en proteínas alternativas. De hecho, muchos de los consumidores de estos productos son, a la vez, consumidores de carne.
La carne comparte mercado con muchas otras proteínas y está presente en la gran mayoría de los hogares españoles, porque es un producto de calidad, vinculado a momentos de disfrute y que, además, forma parte de una dieta equilibrada y saludable.
¿Qué otros grandes retos afronta el sector en este momento?
Los retos de cualquier sector siempre están vinculados a las demandas de los consumidores. Si miramos más allá de la coyuntura de incremento de precios, hay tendencias que llevan años en crecimiento, como la sostenibilidad, la salud y la conveniencia.
Como explicaba, el sector ha dado muchos pasos en diseñar procesos de producción más respetuosos con el medio ambiente, innovar en el packaging de sus productos, garantizar el bienestar animal y aportar novedades que ayuden a los consumidores a llevar una dieta más saludable.
En el lado de la conveniencia, estamos viendo cómo fabricantes y distribuidores están lanzando al mercado propuestas innovadoras, como “listos para comer” o formatos que facilitan la preparación y consumo de la carne.
El sector se reunirá en 2024 en Intercarn. ¿Un encuentro ferial sigue siendo clave para hacer negocios y ampliar mercados?
En un momento de incertidumbre como el actual, las empresas requieren cada vez de más información para seguir las tendencias de mercado y de consumo y poder adaptar sus estrategias. En un contexto así, los encuentros son más necesarios que nunca para el intercambio de información, el contacto entre agentes del sector y por las posibilidades que ofrecen a las empresas para abrir nuevas oportunidades de negocio.